Pícnic bajo las estrellas
Una manta extendida, los productos locales desempacados, y la cena comienza. Los sabores son más intensos cuando se come frente a un cielo encendido, los dedos se rozan, las miradas se cruzan. Es simple, pero terriblemente mágico.
Poco a poco el aire se vuelve más fresco, y luego viene el silencio de la noche... Acurrucados el uno contra el otro, con los ojos levantados hacia el cielo, se buscan las primeras estrellas. Una, dos, y luego decenas. ¡El espectáculo es impresionante! Impresiona a tu pareja y encuentra las constelaciones escondidas. Osa Mayor, Casiopea... ¡y en medio la Vía Láctea! Oh... ¡Una estrella fugaz! La oportunidad de pedir un deseo... ¿El de volver a vivir momentos mágicos como este en Haut-Languedoc?