El Caroux: La Montaña de la Luz
Enclavado entre el Macizo Central y el Mediterráneo, el Caroux es un verdadero balcón natural que ofrece vistas impresionantes de la llanura languedociana y el mar. Este macizo montañoso es mucho más que una simple cima: está cargado de misterio y leyendas, y su brillo único no deja a nadie indiferente
Una montaña bañada en luz
El Caroux, apodado la Montaña de la Luz, debe su nombre a la luz particular que se refleja en sus rocas de gneis. Estas piedras, salpicadas de destellos de mica, brillan bajo el sol, creando un espectáculo natural fascinante. Lo verás, especialmente en la ladera sur del Caroux, donde las gargantas profundas y las imponentes agujas esculpen un paisaje asombroso
Una silueta legendaria: La "Mujer Tumbada"
Cuando admires el Caroux desde la costa, notarás una silueta gigante que se asemeja a una mujer acostada, un detalle que ha cautivado la imaginación de los marineros durante siglos. ¡Pero esta forma no es casualidad! Escucha la leyenda…
"Había una vez Cebenne, hija de los Titanes, condenada por Zeus a desear el amor sin poder alcanzarlo jamás. Desconsolada por la pena, se acostó en la cima de la montaña para morir. La Naturaleza, conmovida por su triste destino, le confeccionó un estuche de piedra para la eternidad. El cuerpo de la desafortunada Cebenne dibuja así para siempre el relieve del macizo del Caroux y sus lágrimas alimentan, gota a gota, las aguas del arroyo de Héric"